
No podemos decir que el tenis sea un advenedizo. Sus orígenes se remontan a la Edad Media y el juego, tal y como lo conocemos hoy en día, ya se practicaba en Europa a finales del siglo XVIII. Cuenta con la competición internacional más antigua, la Copa Davis, y sus torneos más prestigiosos, los que hoy conforman el llamado “Grand Slam”, son auténticos referentes en el imaginario deportivo de cualquier aficionado. Es un deporte que ha generado centenares de estrellas, que mueve audiencias millonarias y produce innumerables recursos económicos en cualquier parte del globo. Su nivel de profesionalidad es de los más destacables del panorama deportivo mundial, de hecho, en 2026 se cumplirá un siglo del primer circuito profesional, y seguro que, si lo pensamos un segundo, no nos será muy difícil recordar varios nombres de deportistas que han marcado nuestros recuerdos.
No, el tenis no es nuevo deporte nacido de la digitalización y las “nuevas tecnologías”. No fue concebido para vivir en la nube, ni combina bien con la última moda urbana y transgresora. No sabe de generaciones Z y dudo mucho que alguien lo pueda definir de “moderno”. Todo lo contrario. El tenis es tradición, normas, respeto e historia.
Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, nadie puede negar que estamos viviendo el momento del tenis.
Por una cosa u otra, no hay semana que el tenis, los tenistas y los torneos, no sean portada en medios de todo el mundo. La globalidad del deporte, el que los circuitos masculinos y femeninos sigan su progresión en cuanto al número de torneos, la aparición de nuevas disciplinas como el Padel, el Tenis Playa o el Touchtennis, y en definitiva, el aumento sostenido de la práctica misma del deporte en todas sus vertientes, demuestra que este deporte vive un momento de esplendor.
En España somos especialmente conscientes de este momento y, de alguna forma, estamos liderándolo gracias a una serie de circunstancias que pocas veces coinciden.
Me gustaría poder enumerarlas para entender las razones de este auge evidente en un deporte que parecía estancado pero que está viviendo una edad de oro.
- Una gran estrella mundial que es modelo y ejemplo. Tener a Rafa Nadal es una delicia para cualquier deporte. Sus casi 20 años en la élite ha hecho que el tenis sea un lugar de referencia en la mente de los españoles. Rafa Nadal, el hombre de los imposibles, el mejor ejemplo para nuestros hijos, juega al tenis. Es un valor que marca la diferencia.
- Pero Rafa no está solo. España es una potencia mundial. Junto a la gran estrella tenemos infinidad de jugadores y jugadoras en el TOP 100 mundial. No hay país en el mundo tan representado, ni siquiera potencias tradicionales como USA o Australia. El número de títulos ganados sigue creciendo y no hay semana que no tengamos noticias positivas en todo tipo de superficie. Solo en enero y febrero de 2022 el tenis español ha conseguido 5 títulos individuales y uno de dobles, sin contar el número de semifinalistas y cuartofinalistas que estamos teniendo en torneos de todas las categorías.
- Hay estrellas relucientes, estrellas emergentes y estrellas que aún no saben ni siquiera que lo son. En los últimos meses han surgido los nombres de Paula Badosa, Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich, Nuria Parrizas, Pedro Martínez, Jaume Munar… que se han unido a los ya consolidados Garbiñe Muguruza, Pablo Carreño, Roberto Bautista, Feliciano Lopez, Marcel Granollers, Albert Ramos, Sara Sorribes… No me caben en este análisis tantos nombres y tantos nombres en el elenco de jugadores y jugadoras que están contribuyendo a que el tenis español esté viviendo un momento incomparable. Y lo mejor es que muchos de ellos son muy jóvenes, El futuro es muy esperanzador y parece que el tenis va a seguir instalado en la actualidad durante mucho tiempo.
- Cada día más torneos. A pesar de que no contamos con ningún Grand Slam, el catálogo de torneos que se disputan en España es cada día mayor. A los tradicionales Conde de Godo y Open de Madrid, se han unido nuevos torneos de nivel ATP y WTA, Mallorca, Marbella, y sobre todo, múltiples campeonatos de categoría ATP Challenger e ITF Pro tour, que hasta hace muy poco no teníamos y que sirven del mejor terreno para que nuestros jóvenes jugadores y jugadoras se desarrollen.
- España tierra del tenis. Todo esto, más la celebración de grandes eventos internacionales en los últimos años, como las finales de la Copa Davis, y la proliferación de academias de primer nivel, como la de Rafa Nadal en Manacor, la de Juan Carlos Ferrero en Villena, o tantas otras, ha hecho que nuestro país tenga en el tenis un gran reclamo turístico. No hay mejor lugar en el mundo para entrenar y gracias a nuestro clima. España se ha convertido también en el centro de preparación de grandes estrellas mundiales.
- La labor encomiable de la RFET. Sin contar con un gran torneo en su poder, que sin duda es la espinita que tienen clavada, y siendo la federación número 13 en el volumen de ayudas por parte del CSD, la federación española sigue generando recursos para desempeñar un trabajo excelente que, sin ningún lugar a dudas, está contribuyendo al florecimiento deportivo y organizativo del tenis español. Su presidente, Miguel Diaz, ha logrado armar un buen equipo de trabajo y la llegada hace casi un año de Lorenzo Martinez como Director General ha logrado apuntalar y desarrollar el buen trabajo ya iniciado en tiempos de Miguel Angel Martín. El área deportiva con Javier Soler al frente continua su plan que tantos frutos les está dando y la continuidad de los capitanes de Davis y BJKC, Sergi Bruguera y Anabel Medina, confirma que el camino emprendido es el correcto.
- Comunicación y promoción de primer nivel desde la base. Liderado por el periodista Julio Nieto, y con un excelente equipo de trabajo interno, la RFET ha dado un impulso tremendo a la comunicación y difusión del tenis a todos los niveles. El lanzamiento del nuevo canal Twitch con contenido alrededor de los grandes eventos, demuestra los deseos de evolución. El roadshow que además se está desarrollando por toda España para enseñar cómo es la práctica del Touchtennis, aporta un toque innovador que trasciende la actividad tradicional proporcionando un valor añadido de gran valor al deporte.
- Las marcas quieren tenis. El territorio del tenis ha sido de siempre muy valorado por muchas marcas y eso se ha visto de largo en todos los grandes torneos. En nuestra memoria tenemos rápidamente imágenes de compañías importantes asociadas a los grandes eventos o a los deportistas más emblemáticos. Lo que no era tan habitual en España es que las marcas se fijasen en los pequeños torneos y en la propia actividad de la federación. Esto ha cambiado radicalmente y es probablemente, el mayor síntoma de que lo que estamos viviendo es algo muy importante. Al ya histórico apoyo de MAPFRE, que se ha convertido en el gran impulsor del tenis federativo español desde hace más de 12 años, se han unido recientemente Orange, Iberdrola, Joma y El Corte Inglés, que un año más ha renovado su apuesta por los eventos de la federación. Este nuevo grupo de socios hace que la RFET cuente con los apoyos necesarios para seguir impulsando programas, incentivando el crecimiento deportivo de los nuevos talentos y la promoción de otras disciplinas del tenis para llevarlo a más gente.
- Cada vez más personas dándoles a la bola. Si juntamos al tenis tradicional, el Padel y el tenis playa, (ya sé que el pádel tiene su propia organización, pero en el fondo nace de los conceptos tenísticos y la base del juego es muy similar), las cifras de practicantes en España no dejan de subir. Aunque no hay cifras oficiales, solo hay que pasarse por cualquier club deportivo, pista municipal o instalación privada, para ver que los deportes de raqueta están arrasando. Y no tengan dudas de que en ese impacto, las figuras del tenis, sus logros y el impacto mediático que generan, también tienen gran parte de responsabilidad
- Uno de los deportes más diversos e igualitarios. El tenis es de los deportes que mejor se está adaptando a la necesaria transformación de la sociedad. Este deporte, y en general toda la familia de actividades con raqueta, es practicado por hombres y mujeres de forma natural. Los premios se están equiparando para reducir diferencias y la repercusión que en España tienen Garbiñe Muguruza o Paula Badosa no tiene nada que envidiar a la que gozan otros tenistas chicos.
En resumen y por concluir que hoy el post me ha quedado un poco largo. El tenis, y en general los deportes de raqueta, están revolucionando el mercado gracias a sus estrellas y sus eventos, el impacto económico que generar a marcas, instituciones y organizadores. La gente está respondiendo porque cada día juega más, lo ve más por televisión y le interesa más.
Seguro que hace 250 años nadie pudo imaginar que ese juego de la nobleza europea, sería hoy en España, uno de los deportes con más impacto en la opinión pública de nuestro país.
Y que siga así por muchos años.